Podrá nublarse el sol eternamente;
Podrá secarse en un instante el mar;
Podrá romperse el eje de la Tierra
Como un débil cristal.
¡Todo sucederá! Podrá la muerte
Cubrirme con su fúnebre crespón;
Pero jamás en mí podrá apagarse
La llama de tu amor.

G. A. Bécquer.















lunes, 6 de junio de 2011

Amor veraniego, ¿pasajero? Fragmento 1/*

Era un verano un tanto raro en la aldea de Amoreiras, no se escuchaba el bullicio de la gente en las calles, no se podía apreciar el olor a salitre que resurgía de las playas de aquella pequeña aldea, no se apreciaba el firmamente desde el punto de observación, era una aldea bastante bulliciosa.. pero algún suceso raro acechaba esa aldea.

Todo esto comenzó con la llegada de una familia nueva a la aldea, la familia ''Al-Inffiniff'' era una familia humilde formada por cinco miembros, Mohammed, el cabeza de familia, Al-hadilla, la mujer y ama de casa, Fatiha, la hija mayor de unos diecisiete años, por último los mellizos Farid y Abdul, de unos diez años de edad.. El pueblo conmocinado con este tipo de sucesos emprendió un tipo de agresiones hacia la familia, excepto un chaval llamado José, que tenía unos dieciséis años de edad, que intentó ayudar a la familia. Al principio, la familia lo aceptaba pero lo rechazaba al mismo tiempo, pues el chaval era un desconocido..

Una tarde en el comedor de la casa Fatiha se dirigió hacia José: -José, ¿por qué haces esto?

José respondió: - Creo que vuestra familia no merece este ataque sin argumentos, os han relacionado con esto por que sois "forasteiros" y acabáis de llegar a la aldea.

Fatiha asintió sin más...

Mohammed llegó en ese preciso momento y le ordenó a su hija que abandonara ahora mismo el comedor:

-Fatiha, sube a tu cuarto ahora mismo, por favor. En cuanto a ti, me gustaría hacerte varias preguntas.. ¿Quién eres? ¿Por qué haces esto? ¿Qué quieres?

José un tanto asustado y nervioso por la situación se dispuso a contestar, pero las cuerdas vocales no permitían la salida de la voz:

-Y..y..yo.. soy José, estoy haciendo esto porque no os merecéis este trato ya que tan solo acabáis de llegar, y.. solo quiero ser amigo de vuestra hija... - en ese momento José se ruborizó y se dirigió a la puerta y abandonó la casa.

Fatiha avergonzada de la actuación de su padre se dirigió a una pequeña ventana que tenía en su cuarto para intentar llamar la atención de José:

-¡Tss, tsssss! ¡Joséeee! Aquí, arriba en la ventana, soy yo, Fatiha.

José buscaba la ventana con la mirada perdida, pero al fin la encontró, y la vió a ella, chica árabe con el pelo negro, ojos marrones intensos como la miel y un tono de piel mulato y de una altura media..

-Si ya te veo, cuidado con tu padre, que parece que está un poco frustrado por la situación.. Fatiha lo interrumpió: -Esta noche al son de las doce campanadas nos vemos en la playa..

José se limitó a asentir las indicaciones de la chica..

*continuará...*

Francisco Vargas.