Podrá nublarse el sol eternamente;
Podrá secarse en un instante el mar;
Podrá romperse el eje de la Tierra
Como un débil cristal.
¡Todo sucederá! Podrá la muerte
Cubrirme con su fúnebre crespón;
Pero jamás en mí podrá apagarse
La llama de tu amor.

G. A. Bécquer.















jueves, 31 de mayo de 2012

Amor de verdad.

Tú me hablas cual reina... Más usted merece algo más que un trono de oro para sentarse, con esos cabellos rojo granate puede conseguir el ardiente calor del Sol, y a su misma vez la sonrisa de la Luna... Vuestro reflejo definido ante la noche oscura en el mar hacen las delicias de mi mente, desnuda deseo verte y con ansia poder besarte. Mi corazón desnudo desea unirse con el vuestro para la ceremonia de entrega sentimental en mi alcoba privada... Sábanas de miel y colchón de albahaca nos esperan... Adelante mi señora, si me permite le invito a pasar una vida en mi catre.

Este pequeño fragmento va dedicado a una persona en particular en este dìa tan señalado.. Y le envío todo mi amor.

 PD: Lo siento por no escribir todos los días, tampoco todas las semanas incluso meses sin escribir... Pero mi inspiración va acompañada de buena música y sentimientos que me transmite la gente cercana a mi persona... Ojalá todos los días pudiera plasmar mis sentimientos todos los días.

Un saludo,

Francisco Vargas.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Fresh.

... ahí estaba él, rescostado sobre el césped del parque, observando el cielo azul y las pocas nubes que lo teñían de gris, con su iPod puesto y tarareando algunas de sus canciones favoritas también pensaba en aquella chica que hacía aparecer mariposas en su estómago... Al cabo de una hora, se levantó y se dispuso a ir a aquel lago con ese antiguo embarcadero. Chirriaba al pisarlo, se preparaba para sentarse en el borde, quitarse los botines y sus calcetines para tirar piedras, cuándo escuchó un ruido a no más de veinte metros de distancia. Curioso de él se asomó agazapado en un matorral, era ella, no podía ser, era aquella chica que tanto deseaba. El muchacho aguantó pocos segundos escondido observándola cómo se aproximaba, de repente salió de los matorrales y saltó delante de ella, la pobre chica simplemente podía chillar, se llevó un tremendo susto, el chico le dijo:
-Lo siento Noa, no era mi intención es que escuché un ruido por el camino y cómo no sabía quien era me escondí detrás de ese matorral.
Ella contesto.- ¡Dios, menudo susto me has pegado José Antonio! ¿Qué haces aquí?
Él contestó.- Pues aquí, pasaba el rato, es mi "lugar secreto" aunque ya veo que ahora no es tan secreto, pero bueno, podríamos compartirlo.
Noa dijo.- ¡Sí! Sería una buena idea, yo suelo venir aquí al son de las diez de la noche, la luna se refleja en el agua del lago.
Asombrado José Antonio dijo.- ¡Guau! ¿Te dejan venir tan tarde a este nuestro "lugar secreto"?
Noa le respondió.- No, me escapo por la ventana del sótano, justo da al patio trasero de mi casa, mis padres no se dan cuenta, aunque alguna vez me han advertido que no salga sola porque hay muchos peligros, pero bueno, no me importa. Por cierto.. ¿cómo te llamo José Antonio, José, Antonio?
José Antonio dijo.- Pues... cómo tú quieras, para algo tú gastas la saliva *risas*
Noa respondió.- Te llamaré... José. Ahora te reto, ¿esta noche me acompañas a ver la luna?
José aceptó el desafío.

Después de dos horas interminables metido en su casa, pensando en un beso mágico bajo la luna, o en un "te quiero susurrado" se activó la alarma del móvil, había llegado la hora de ir al lago, los nervios estaban a flor de piel... Una vez llegado al lago, se acercó con sigilo, allí estaba la silueta de Noa, perfecta, símplemente perfecta, esbelta, en el peso ideal y con el cabello largo, muy largo.

José se aproximó a ella y le tapó los ojos y dijo: -¿Quién soy?
Noa algo sorprendida respondió.- Eres José, esas manos te delatan. Vamos, siéntate a mi lado.
Al paso de un cuarto de hora, los dos chicos estaban abrazados, hacía frío, y la luna comenzaba a mostrarse, ellos simultáneamente esbozaron una sonrisa y se miraron fíjamente, Noa se aproximaba periódicamente a los labios de José, José también se aproximaba a sus labios. Acababa de surgir el primer beso, un beso MÁGICO, un beso romántico, apasionado y duradero, mientras sus lenguas se atornillaban la una a la otra, el tiempo parecía pararse para ambos, se tocaban el uno al otro, se abrazaban, se susurraban "te quieros" al oído, el frío ya no existía en sus cuerpos, acabaron revolcándose en el prado anexo al muelle, casi con el cuerpo mojado, las piernas se entrelazaban... Ocurría lo inesperado, la ropa volaba cómo si de alas dispusiese, ahora si, comenzaron a hacer el amor, la pasión y la lujuria se apoderaron del entorno, la luna iluminaba sus cuerpos. Tras hacer el amor, se tumbaron sobre las ropas que se habían despojado el uno al otro. Abrazados, aún con el calor y el olor corporal presentes en cada cuerpo se miraron el uno al otro y al son de una ráfaga de viento se escucho "te amo, eres algo MÁGICO para mi", al pasar un tiempo impreciso, eterno para ellos, volvieron a sus casas, satisfechos de esa noche, algo alocada, pero romántica, bonita y amorosa... Ambos consiguieron lo que querían ella un polvo rápido y él, un beso y su "te quiero susurrado"...

jueves, 15 de septiembre de 2011

Exiled..

De nuevo al exilio mental, ahora toca época de capa caída, mi corazón vuelve a reconocer la soledad y ella entra de nuevo en mi cuerpo, ahora gris y demacrado...

lunes, 6 de junio de 2011

Amor veraniego, ¿pasajero? Fragmento 1/*

Era un verano un tanto raro en la aldea de Amoreiras, no se escuchaba el bullicio de la gente en las calles, no se podía apreciar el olor a salitre que resurgía de las playas de aquella pequeña aldea, no se apreciaba el firmamente desde el punto de observación, era una aldea bastante bulliciosa.. pero algún suceso raro acechaba esa aldea.

Todo esto comenzó con la llegada de una familia nueva a la aldea, la familia ''Al-Inffiniff'' era una familia humilde formada por cinco miembros, Mohammed, el cabeza de familia, Al-hadilla, la mujer y ama de casa, Fatiha, la hija mayor de unos diecisiete años, por último los mellizos Farid y Abdul, de unos diez años de edad.. El pueblo conmocinado con este tipo de sucesos emprendió un tipo de agresiones hacia la familia, excepto un chaval llamado José, que tenía unos dieciséis años de edad, que intentó ayudar a la familia. Al principio, la familia lo aceptaba pero lo rechazaba al mismo tiempo, pues el chaval era un desconocido..

Una tarde en el comedor de la casa Fatiha se dirigió hacia José: -José, ¿por qué haces esto?

José respondió: - Creo que vuestra familia no merece este ataque sin argumentos, os han relacionado con esto por que sois "forasteiros" y acabáis de llegar a la aldea.

Fatiha asintió sin más...

Mohammed llegó en ese preciso momento y le ordenó a su hija que abandonara ahora mismo el comedor:

-Fatiha, sube a tu cuarto ahora mismo, por favor. En cuanto a ti, me gustaría hacerte varias preguntas.. ¿Quién eres? ¿Por qué haces esto? ¿Qué quieres?

José un tanto asustado y nervioso por la situación se dispuso a contestar, pero las cuerdas vocales no permitían la salida de la voz:

-Y..y..yo.. soy José, estoy haciendo esto porque no os merecéis este trato ya que tan solo acabáis de llegar, y.. solo quiero ser amigo de vuestra hija... - en ese momento José se ruborizó y se dirigió a la puerta y abandonó la casa.

Fatiha avergonzada de la actuación de su padre se dirigió a una pequeña ventana que tenía en su cuarto para intentar llamar la atención de José:

-¡Tss, tsssss! ¡Joséeee! Aquí, arriba en la ventana, soy yo, Fatiha.

José buscaba la ventana con la mirada perdida, pero al fin la encontró, y la vió a ella, chica árabe con el pelo negro, ojos marrones intensos como la miel y un tono de piel mulato y de una altura media..

-Si ya te veo, cuidado con tu padre, que parece que está un poco frustrado por la situación.. Fatiha lo interrumpió: -Esta noche al son de las doce campanadas nos vemos en la playa..

José se limitó a asentir las indicaciones de la chica..

*continuará...*

Francisco Vargas.

domingo, 20 de febrero de 2011

Tiene un olor dulzón, como... como... como el amor.

- Era una tarde de invierno, bastante calurosa, atípica de invierno.
Se encontraban en la casa, tumbados en la cama, reposando después de comer algo para la merienda.
Ambos se observaban fíjamente el uno al otro, se susurraban mutuamente al oído te quieros y acariciaban sus rostros al son de la música y con una varilla de incienso casi consumida.

Él se dispuso a cambiar la varilla de incienso, cogió la caja de fósforos y prendió la varilla de incienso, esta desprendía un olor dulzón, adoraban este olor.

Tras encender la varilla, él se encaminó de nuevo a la cama y al unísono reclamaba su presencia : '' ¡Cariño! '', al llegar a la cama, apareció ella, llevaba unos tacones que realzaban su presencia, aumentaban su belleza y elegancia, y su camisa, llevaba su camisa, un poco ancha, pero le encantaba llevarla.

Todo empezó por un masaje, y acabaron acostados, él acariciando su pelo y ella en su regazo.

Un saludo, Franscisco Vargas Abad.